El lino es como el compañero versátil y a la moda en el mundo de las plantas ornamentales. Originario de tierras lejanas, se cree que su cultivo se remonta a civilizaciones antiguas en Egipto y Mesopotamia. ¡Imagina a faraones y reyes rodeados de exuberantes campos de lino! Su popularidad creció rápidamente en la Edad Media, convirtiéndose en un símbolo de estatus y riqueza. No solo era apreciado por sus fibras, sino también por su delicada flor azul que adornaba los campos como una colorida alfombra. Desde entonces, el lino ha sido una estrella en el mundo ornamental, adornando jardines con su elegancia sutil y añadiendo un toque de frescura con su floración encantadora.
En la actualidad, el lino sigue siendo una opción favorita en la decoración de jardines. Sus delicadas flores azules o blancas y su capacidad para crecer en diversas condiciones lo convierten en un elemento valioso en el diseño paisajístico. Desde jardines formales hasta arriates silvestres, el lino aporta una sensación de sofisticación sin esfuerzo y un toque de encanto campestre. Es como ese amigo confiable que siempre está a la moda y que nunca pasa de moda. Con una historia rica y una presencia que añade una elegancia natural a cualquier espacio, el lino sigue siendo un elemento ornamental que no pasa desapercibido en el mundo de la jardinería.
